El antisocial identificado Manuel Eduardo Leiva Rojas (30), llevaba más de dos años eludiendo la acción de la justicia.
El jefe de la Tenencia de Catemu, Subteniente Boris González Salazar, indicó que tras una intensa persecución y oponer tenaz resistencia se logró finalmente su arresto.
Añadió que el homicida se ocultaba en diferentes sectores de esa comuna y casa de familiares.
Brutal Crimen.
Leiva Rojas había sido condenado por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de San Felipe a 12 años de cárcel por un delito de robo con homicidio perpetrado en 2011.
Tal como lo informó Los Andes Online en esa época, todo partió la noche del 1 de abril de ese año, cuando el ahora condenado estuvo consumiendo drogas y alcohol en casa de familiares.
Esta condición lo habría llevado a sacar la escopeta de un familiar y dirigirse a la calle de acceso de la comuna de Llay-Llay, donde comenzó a efectuar disparos a los vehículos.
Fue en estas circunstancias que pasó por el lugar la camioneta conducida por la víctima Cristián Pizarro Maulén (38), quien estaba acompañado de su hijo y un amigo, y al detenerse fue intimidado por el homicida que en ese entonces tenía 19 años.
El asesino obligó al hijo y un amigo de la víctima a descender del vehículo, para luego exigirle a Pizarro Maulen a conducir hasta un apartado sector de la comuna de Catemu donde lo mató de un disparo a quemarropa en el cuello.
El joven asesino huyó luego en la camioneta de la víctima, chocando contra un poste en el camino Romeral.
Tras ello, el joven se escondió en una cueva en un cerro cercano y luego con ayuda de su familia viajó hasta la ciudad de Calama para ocultarse.
No obstante, las huellas dejadas en la camioneta permitieron a la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Andes obtener su identidad y posteriormente detenerlo.
Cabe hacer presente, que este sujeto también era intensamente buscado tanto por la PDI, cómo el Departamento OS9 de Carabineros.
Fuente: Los Andes on line
El jefe de la Tenencia de Catemu, Subteniente Boris González Salazar, indicó que tras una intensa persecución y oponer tenaz resistencia se logró finalmente su arresto.
Añadió que el homicida se ocultaba en diferentes sectores de esa comuna y casa de familiares.
Brutal Crimen.
Leiva Rojas había sido condenado por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de San Felipe a 12 años de cárcel por un delito de robo con homicidio perpetrado en 2011.
Tal como lo informó Los Andes Online en esa época, todo partió la noche del 1 de abril de ese año, cuando el ahora condenado estuvo consumiendo drogas y alcohol en casa de familiares.
Esta condición lo habría llevado a sacar la escopeta de un familiar y dirigirse a la calle de acceso de la comuna de Llay-Llay, donde comenzó a efectuar disparos a los vehículos.
Fue en estas circunstancias que pasó por el lugar la camioneta conducida por la víctima Cristián Pizarro Maulén (38), quien estaba acompañado de su hijo y un amigo, y al detenerse fue intimidado por el homicida que en ese entonces tenía 19 años.
El asesino obligó al hijo y un amigo de la víctima a descender del vehículo, para luego exigirle a Pizarro Maulen a conducir hasta un apartado sector de la comuna de Catemu donde lo mató de un disparo a quemarropa en el cuello.
El joven asesino huyó luego en la camioneta de la víctima, chocando contra un poste en el camino Romeral.
Tras ello, el joven se escondió en una cueva en un cerro cercano y luego con ayuda de su familia viajó hasta la ciudad de Calama para ocultarse.
No obstante, las huellas dejadas en la camioneta permitieron a la Brigada de Homicidios de la PDI de Los Andes obtener su identidad y posteriormente detenerlo.
Cabe hacer presente, que este sujeto también era intensamente buscado tanto por la PDI, cómo el Departamento OS9 de Carabineros.
Fuente: Los Andes on line
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