
Es el amor a la minería que tiene Jenny Fernández (44) lo que la llevó a ser elegida este año 2025 como una mujer destacada, adjudicándose el premio Karen Poniachik, en la categoría Mujer Destacada en Minería Mención Honrosa “Pequeña Minería”, homenaje que fue entregado en una ceremonia realizada este lunes, y que contó con la presencia de la ministra de Minería, Aurora Williams.
“Mi hijo Martín (26), que estudia ingeniería civil metalúrgica, se enteró de esta postulación; se decidió y la hizo. El perfil que buscaban coincidía con el mío. Así pasó el tiempo hasta que la mañana de un jueves recibo una llamada de una persona del Ministerio de Minería, y me dice que había salido favorecida con el premio”, explica Jenny al recordar ese sorpresivo llamado. “Yo no creía al principio y claro, fue verdad. Les gustó mi historia”.
Jenny ha trabajado toda su vida en la en esta industria, nacida y criada en Catemu, asegura que, a pesar de ser de una familia de muchas mujeres, su pasión por la minería la heredo de su abuelo, su padre; y con su esposo, Rodrigo Zamora, han compartido una vida ligada al rubro. “Parece que lo traía en los genes, porque me encanta lo que hago”, afirma.

Luego siguió con los grandes de la industria. “Trabajé en Anglo American, en El Soldado y Chagres, por una empresa contratista. Estudié en la Universidad de Playa Ancha de San Felipe, y tenía todo listo para realizar mi práctica profesional, y justo se acabó el contrato. Quedé sin trabajo”, relata Fernández.
Mandó solicitud a muchas empresas para poder hacer su práctica y la llamaron de CEMIN, hace ya 9 años. “Cuando entré a Mina Uva, fue al área de geología, que estaba recién formándose. Ahí me quedé. Estamos encargados de la parte técnica de sondajes y apoyo a los geólogos. Estoy contenta de trabajar acá, porque puedo estar cerca de mi familia”, dice.
El mensaje de Jenny, con foco en equidad de género para sus colegas y mujeres, es de creer en uno. “Cuando llegue a Mina Uva éramos sólo dos mujeres: yo y la secretaria de la empresa contratista. Hasta las personas que hacían aseo eran hombres. No había guantes ni calzado para mujeres. Todo ha cambiado con el tiempo menos mal. Fui parte del pobre 0,8% de contratación de mujeres en minería. Entonces a mis compañeras y a las mujeres les diría que se atrevan, es un camino muy lindo el de la minería. Hay que empoderarse y dejar de pensar que hay trabajos para hombres y mujeres. Somos buenas en lo que hacemos”.
Fuente: G5 Noticias
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