La investigación lidera por el fiscal especialista en delitos sexuales de San Felipe, Alejandro Bustos Ibarra (Ver foto ampliada), da cuenta con los hechos se materializaron a partir del 18 de octubre de 2020, cuando a raíz de una discusión el ahora condenado le propinó varios golpes de puño en el rostro y, además, la tomó fuertemente del cuello con ambas manos, presionándola. Posteriormente introdujo sus manos en la boca de la víctima, para que esta no pudiera pedir ayuda.
Luego, el 27 de noviembre del mismo año el acusado interceptó a la víctima en la avenida Yungay de la comuna de San Felipe, la intimidó con un objeto punzante que colocó en su espalda y la obligó a acompañarlo, manifestándole que si no lo hacía le pegaría a ella, al hijo en común que mantenían, o mataría a su madre.
La víctima atemorizada se subió a un bus junto al acusado, trasladándose hasta el domicilio del condenado en comuna de Catemu. Una vez allí, el imputado y la víctima entraron hasta una habitación independiente ubicada tras la vivienda principal, sin que esta última pudiese oponerse atendido el temor que sentía ante el imputado.
Dentro de la habitación, el hombre empujó a la víctima, quien cayó sobre un sillón, le quitó sus pertenencias y le registró el teléfono celular y luego rompió el equipo y el chip. Tras ello la tomó del cabello, le dio golpes de puño en el rostro y luego la comenzó a ahorcar, advirtiéndole que si lloraba él se iba a alterar más y le iba a tener que seguir pegando.
Al día siguiente, el sujeto volvió a agredir a su pareja con golpes de pies y puños en diferentes partes del cuerpo, manifestándole que “solamente tenía que estar para él y para nadie más”
Durante este periodo y los días siguientes el condenado abandonó por breves periodos la habitación, dejando encerrada a la joven, quien no podía abrir la puerta desde adentro debido a un desperfecto de la cerradura.
De este modo, la víctima sólo podía salir de la habitación estando con el acusado, en los términos que éste decidiera, sin poder huir ante el temor de ser agredida nuevamente por él.
El lunes 30 de Noviembre de 2020, en horas de la mañana, el acusado amenazó a la víctima señalándole que estaba dispuesto a pagar porque un sujeto matase a alguien de su familia y luego la obligó a desnudarse y mantener relaciones sexuales.
El sujeto mantuvo captiva a su pareja durante otros dos días, obligándola siempre bajo amenazas a mantener intimidad.
Finalmente, el día el día 2 de diciembre de ese año, le hombre le informó a la víctima que debía ir a un comparendo ante la Inspección del Trabajo en la comuna de San Felipe, logrando ésta convencerlo para que la llevase, trasladándose ambos al lugar.
Una vez que acusado entró al comparendo, la joven mujer huyó y pidió ayuda, solicitando a una persona del lugar que llamase a carabineros, quienes acogieron su denuncia y procedieron a la detención del acusado.
El fiscal Bustos explicó que durante el juicio que terminó este lunes (18 de marzo del 2024), la fiscalía exhibió fotografías del sitio del suceso, de las lesiones sufridas por la víctima, el video de los hechos que tuvieron lugar en este secuestro y “el relato de la víctima, de testigos de oídas, de Carabineros,, Psicólogos, peritos y personal de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI de Los Andes, dejando en claro que el acusado veía a la víctima como un objeto a quien sometía mediante la violencia”.
Además el acusado fue condenado a otros 50 días por el delito de lesiones menos graves, quedando con prohibición de acercarse a la víctima.
Fuente: https://www.losandesonline.cl/
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